Hoy os voy a enseñar a cómo realizar el mantenimiento de los grifos, tanto del baño, como de la ducha o los de cocina. Mantener la grifería en perfectas condiciones no solo mejora su aspecto estético, sino que prolonga su durabilidad y eficiencia de los grifos.
La limpieza y el mantenimiento adecuados ayudan a evitar problemas como la acumulación de cal, el desgaste de piezas internas y el deterioro de los acabados, especialmente en grifos cromados o de acero inoxidable, que requieren un cuidado especial para conservar su brillo.
A continuación, veremos los mejores consejos y prácticas para el mantenimiento y limpieza de tus grifos, evitando métodos abrasivos o productos agresivos que puedan dañarlos.
Piezas de las que se componen los grifos
Antes de empezar es bueno que sepáis qué, o como se llaman las piezas que componen a los grifos.
Despiece de los grifos de lavabo

Cuerpo o bloque: Es el esqueleto que compone al grifo. Este bloque suele ser macizo fabricado en latón.
Caño: Es la parte superior alargada que avanza hacia el usuario que acaba en un hueco por donde sale el agua.
Aireador: Es una pieza con una rejilla minúscula. El objeto es oxigenar la salida de agua para reducir el consumo e impedir que salgan residuos de cal o arenisca.
Maneta: Es la palanca que acciona la salida de agua.
Cartucho: Es una pieza intermedia entre la palanca y la entrada de agua. Se encarga de distribuir, regular, abrir y cerrar el caudal de agua. Con el tiempo se pueden romper o ensuciar produciendo el típico goteo de agua.
Despiece de los grupos de ducha
Las griferías con rociador de ducha superior se conocen cómo grupos de ducha. Se componen de elementos diferentes a los grifos del lavabo. Si quieres aprender más sobre este tipo de griferías lee la página Grupos de Ducha. En este despiece os muestro que piezas lo componen.
Grifo: Es el elemento principal, a diferencia de los de lavabo no suelen tener caño de agua, aunque algunos modelos sí que lo incorporan.

Barra de ducha: Es el tubo principal vertical, del cual cuelgan los diferentes elementos y piezas. Por su interior pasa el agua que llega a la teleducha y rociador superior.
- Flexo: Manguera metálica o de goma flexible, que va desde el grifo o la barra hasta la teleducha.
- Desviador de caudal: Cómo su propio nombre indica, es la pieza encargada de derivar el caudal de agua, bien a la teleducha o bien al rociador.
- Soporte de anclaje: Esta pieza es la que sujeta la barra de ducha contra la pared.
Teleducha: Se les conoce vulgarmente como »alcachofas» o grifos de mano. Son fabricados en materiales ligeros y no metálicos, púes si caen al suelo podrían romper el plato de ducha o hacerte daño en el pie.
Rociador: Es por donde sale el agua de la parte superior. La salida de agua de estos rociadores es tipo lluvia, es decir, recta y sin mucha fuerza.
- Rótula de inclinación: Es un eje circular que permite orientar el rociador con un poco de inclinación en la dirección que necesite el usuario.
Sistema antical: En los rociadores y teleduchas verás unas pequeñas gomas por donde salen chorritos de agua. Se conocen cómo lágrimas. Cuando pasa tiempo se obstruyen de cal y para limpiarlas tan solo hay que presionar para que salte la cal seca.
Cómo prevenir de obstrucciones en los grifos

Una de las mejores maneras de evitar problemas de obstrucción en los grifos es realizar un mantenimiento preventivo regular. Esto incluye revisar y limpiar las diferentes partes del grifo, como el aireador, el cartucho o las manetas, y asegurarse de que no haya residuos acumulados.
Además, si vives en una zona con agua dura, considera la instalación de un filtro antical en la entrada de agua de tu casa, conocidos como descalcificadores.
Cómo limpiar los grifos de baño
Para la limpieza diaria de los grifos, lo mejor es utilizar un paño suave y agua tibia con un poco de jabón neutro. Este método permite eliminar la suciedad superficial sin dañar el acabado del grifo, manteniendo así su apariencia y brillo originales. Es importante evitar productos químicos fuertes, esponjas abrasivas o limpiadores con componentes agresivos como el cloro o el ácido muriático, ya que pueden provocar daños permanentes en la superficie de tu grifo, especialmente en aquellos de acabados delicados.
Para una limpieza más profunda, puedes preparar una mezcla a partes iguales de agua y vinagre blanco. Humedece un paño suave en esta solución y frota la superficie del grifo, prestando especial atención a las zonas donde suelen acumularse manchas o depósitos de cal. Después, asegúrate de enjuagar con agua y secar bien el grifo, evitando que queden restos de vinagre que puedan a la larga dañar el agua.
Qué es el aireador del grifo y cómo limpiarlo
El aireador es una pequeña pieza ubicada en la salida del agua del grifo, que mezcla el agua con aire para reducir el consumo sin afectar el flujo. Con el tiempo, el aireador puede acumular residuos de cal, especialmente en zonas donde el agua es dura, lo que afecta tanto la presión como la uniformidad del flujo de agua. Para evitar estos problemas, es recomendable limpiar el aireador cada tres a seis meses.

Para limpiarlo, desenrosca el aireador con cuidado, en algunos casos, necesitarás una llave inglesa o una herramienta similar, pero envuelve la pieza con un trapo para evitar rayones.
Una vez desmontado, sumérgelo en una mezcla de vinagre blanco y agua durante al menos 30 minutos. Esta solución ayuda a disolver los residuos de cal sin necesidad de frotar.
Después del remojo, enjuaga el aireador con agua y usa un cepillo de dientes viejo para eliminar los restos de minerales que hayan quedado. Vuelve a enroscar el aireador y verifica que el flujo de agua haya.
Un consejo práctico es secar el grifo después de cada uso. Aunque parezca una medida extrema, es una manera efectiva de evitar manchas de agua y posibles depósitos de minerales que, con el tiempo, pueden opacar la superficie o causar corrosión.
¿Cómo limpiar un el grifo de cascada de lavabo?
Para limpiar un grifo de cascada, primero necesitas algunos materiales como vinagre blanco, bicarbonato de sodio, un cepillo suave y un paño. Luego, empapa un paño en vinagre y colócalo en las partes sucias del caño, metiendote por las esquinas y penetrando lo máximo posible hacía adentro.
Deja que el vinagre actúe durante un rato. Después, espolvorea un poco de bicarbonato de sodio sobre el vinagre. Esto hará burbujas y ayudará a quitar la suciedad. Con un cepillo suave, frota las áreas sucias para limpiarlas. En las esquinas del caño ayúdate de un bastoncillo de algodón para llegar mejor, arrastra de atrás hacia delante para despegar la suciedad.
Luego, enjuaga el grifo con agua tibia para quitar el vinagre y el bicarbonato. Finalmente, seca el grifo con un paño limpio para que brille. Si desmontaste el grifo, vuelve a ponerlo como estaba. Así, tu grifo quedará limpio y brillante.
El limón también puede ayudarte, es como el superhéroe de la limpieza, ya que puede decir adiós a la cal sin problemas. Solo tienes que partir el limón por la mitad, frotar y restregar bien por todo el grifo y por los huecos del caño. En las esquinas, empapa un bastoncillo de algodón y arrastra. Déjalo descansar durante una hora y después aclaras con agua. ¿Magia?, no ciencia.
Cuidado, lubricación y reemplazo del cartucho
En el mantenimiento de grifos, el cartucho es una pieza fundamental en la grifería moderna, especialmente en los grifos monomando. Esta pieza es la que permite controlar el flujo y la temperatura del agua mediante el movimiento de la maneta. Con el uso, el cartucho puede desgastarse o acumular sedimentos, lo que provoca que el grifo se sienta duro o que se dificulte el ajuste de la temperatura. Para mantenerlo en buen estado, es recomendable lubricarlo periódicamente y, si es necesario, limpiarlo.

Para realizar el mantenimiento del cartucho, primero debes desmontar la maneta del grifo. La mayoría de los grifos monomando tienen un tornillo oculto que, al retirarlo, permite liberar la maneta. Una vez que tengas acceso al cartucho, retíralo y límpialo con agua tibia y, si es necesario, un cepillo de dientes para eliminar residuos acumulados. Aplique una pequeña cantidad de grasa de silicona en el cartucho para asegurar que el movimiento siga siendo suave y sin fricciones. Este tipo de grasa es ideal porque resiste al agua y no daña los componentes.
No olvides cerra las llaves de paso del agua corriente.
En caso de que el cartucho esté muy desgastado o dañado, es recomendable reemplazarlo por uno nuevo. Los cartuchos son piezas estándar en la mayoría de los grifos, por lo que no debería ser complicado encontrar uno compatible. Reemplazar el cartucho puede prolongar la vida útil del grifo y mejorar su funcionamiento considerablemente.
Limpieza y lubricación de las manetas
Las manetas de los grifos también necesitan mantenimiento ocasional para evitar que se atasquen o se sientan duras. Esto es especialmente importante en los grifos de cocina, que suelen utilizarse con mayor frecuencia y están más expuestos a la grasa o residuos de alimentos. Para limpiarlas, desmonta las manetas (siguiendo las instrucciones del fabricante, si están disponibles) y limpia las piezas internas con agua y jabón. Si es necesario, utiliza un cepillo pequeño o un hisopo para eliminar cualquier resto.
Al volver a montar las manetas, aplica una pequeña cantidad de grasa blanca o vaselina en los puntos de contacto para asegurar un movimiento fluido. Es importante no usar aceites comunes, lubricantes tipo 3 en 1 o grasa oscura, ya que pueden dañar las piezas de plástico o goma internas con el tiempo. Para lubricar usa vaselina o grasa blanca.
¿Cómo eliminar el óxido y manchas en la grifería?

Si notas que el grifo ha desarrollado manchas de óxido o de otro tipo es que es de baja calidad, actúa de inmediato para evitar que se extiendan.
Para los cromados, como ya hemos leído, una buena solución casera es usar una mezcla de bicarbonato de sodio y agua. Aplica esta pasta sobre la mancha, déjala actuar unos minutos, y luego frótala suavemente con un paño húmedo.
Si las manchas de óxido son más persistentes, puedes probar con un limpiador específico para metales, pero siempre realiza una prueba en una zona poco visible del grifo para asegurarte de que no dañe el acabado.
Consejos para el mantenimiento de los grifos
El mantenimiento de grifos preventivo es la clave para que se mantengan como nuevos. Además de las limpiezas regulares y las inspecciones de piezas que acabamos de ver, es importante usar el grifo de manera adecuada. Evita girar las manetas con demasiada fuerza, cierra el flujo de agua con suavidad y no uses el grifo para colgar objetos, (no sería la primera vez que lo vemos).
Si sigues estos consejos, lograrás que tus grifos de baño y cocina mantengan su aspecto y funcionen de manera óptima durante muchos años. Recuerda que, aunque el mantenimiento pueda parecer una tarea sencilla, es crucial para evitar problemas mayores y prolongar la vida útil de los grifos tanto de tu baño como de la cocina.
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Hasta aquí esta masterclass, seguro que me he dejado algo en el tintero, si es así, deja tu comentario o comparte esta estrada en tu redes sociales. ¡Muchas gracias por leer este artículo!
Gracias.Excelente explicación